Para Michael Bock, embajador de Alemania en Colombia, la implementación del acuerdo de paz colombiano es más difícil y compleja que el proceso que vivió su país luego de la Segunda Guerra Mundial y la reunificación. La razón no está en que él crea que los crímenes cometidos en Colombia durante el conflicto armado sean más graves que los que se cometieron en su país, con millones de víctimas y delitos a los derechos humanos.
Lo dice porque “Alemania había perdido la guerra, su sistema económico estaba quebrado y la atribución de la culpa era obvia, era contra Hitler y su sistema. Pero Colombia está saliendo de una situación de guerra civil y los acontecimientos tristes alrededor de los elenos de esta semana nos muestran que esta guerra no terminó totalmente, solo lo hizo en ciertos aspectos. En Alemania había una clara derrota. Aquí no hubo una derrota de nadie. Aquí hay crímenes cometidos por todos los actores, por el Gobierno, la Policía, los militares, la guerrilla, y existen perpetradores con intereses sociales y políticos”, dijo Bock, durante el evento de Colombia2020 y su capítulo Justicia para la Paz: “Alcances y retos de la participación de las víctimas en la justicia transicional” que se realizó en Medellín.
En Alemania, contó el embajador, pasaron más de 15 años hasta que el pueblo alemán empezó a ocuparse de los crímenes cometidos en su país. “No estoy diciendo todo esto para deprimirlos, todo lo contrario, es increíble lo que alcanzó Colombia en un año luego de la firma del acuerdo con las Farc. Ya han logrado caminar un largo camino y van a seguir.
El embajador Bock aterrizó los alcances del sistema de justicia especial para la paz y afirmó que se necesitan décadas para cumplir con el derecho a la verdad, la justicia y la reparación de más de 8 millones de víctimas en Colombia y que este sistema transicional tendrá una vida limitada, aunque “sí pueden cumplir con su tarea de esclarecer y sancionar algunos casos ejemplares y muy significativos del conflicto armado. Esto ya ayudaría”. Afirmó que en este proceso la JEP salió del Congreso como "un carro abollado" y sostuvo "yo tuve carros dañados que funcionaron bien. Esto no causa preocupación".
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Además, Bock recordó que sigue existiendo la justicia ordinaria, la academia y la sociedad civil para seguir aportando en la construcción de paz en el país. “Todo esto me parece muy alentador. Alemania va a apoyar este proceso y ya lo está haciendo”. Al cierre de su intervención, el embajador alemán aseguró que no hay una “poción mágica” para avanzar en una transición después del conflicto armado. “Es un proceso duro y largo que acaba de empezar y al final habrá un chance de reconciliación, pero para alcanzarla se necesitan dos cosas: paciencia y perseverancia”, concluyó.