Colombia + 20
Haciendo País

La guerra limita la caza y la pesca de los indígenas barí en el Catatumbo

Amenazas a líderes, desplazamientos forzados y limitaciones a la movilidad son las afectaciones que más impactan a los indígenas asentados en Norte de Santander. La confrontación entre el Eln y el Epl está por completar seis meses en esta región.

Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez
21 de agosto de 2018 - 10:32 p. m.
Askayra Arabadora, representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales del Pueblo Barí (Ñatubaiyibari), dice que esta etnia asentada en Norte de Santander cuenta con unas 3200 personas./ Nelson Sierra.
Askayra Arabadora, representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales del Pueblo Barí (Ñatubaiyibari), dice que esta etnia asentada en Norte de Santander cuenta con unas 3200 personas./ Nelson Sierra.

Los indígenas barí son una comunidad seminómada asentada en cinco municipios de Catatumbo, Norte de Santander. Los aborígenes necesitan moverse por todo el territorio que comprende su resguardo debido a que la subsistencia de este pueblo depende de la caza, la pesca y la recolección de frutas silvestres. Sin embargo, llevan varios meses sin poder movilizarse con tranquilidad debido a la guerra que libran el Eln y el Epl en ese departamento.

Lea también: Los civiles padecen la guerra entre el Eln y el Epl en el Catatumbo

Desde antes que empezara la confrontación abierta entre ambas organizaciones armadas, hubo indígenas afectados. El 23 de enero de 2018 el Eln atacó una balsa en la cual se movilizaban dos aborígenes, quienes salieron heridos. El Epl repudió el ataque, lo cual fue una muestra del distanciamiento que había entre esos grupos armados que en el pasado fueron aliados. Como respuesta a la acción armada, los barí expulsaron a un grupo de personas que se encontraban en un sector conocido por ellos como Sapadhana (y por los campesinos como “La cooperativa”). En medio de la confrontación, el Eln ha señalado a algunas autoridades barí de auxiliar al Epl.

La guerra entre el Eln y el Epl comenzó el 14 de marzo. Ese día la primera guerrilla lanzó una ofensiva contra los campamentos del Epl ubicados en los municipios de Teorama, San Calixto, Convención y La Playa de Belén. La confrontación armada continúa junto con las afectaciones humanitarias que esta genera.

La Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz del Catatumbo, se creó en abril de este año con el objetivo de buscar salidas a la guerra que se vive en esa región. De esa iniciativa hacen parte  el pueblo barí, la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), el Movimiento Constituyente Popular (Mcp) y algunas juntas de acción comunal.

Askayra Arabadora, representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales del Pueblo Barí (Ñatubaiyibari), organización que reúne a 23 comunidades de esa etnia, habló con Colombia2020 sobre las afectaciones que le ha traído la guerra a los indígenas y responde a los señalamientos que algunos miembros del Eln han proferido sobre las autoridades tradicionales. También cuenta cómo ha sido trabajar con organizaciones con las que tienen fuertes diferencias por el territorio como la Ascamcat.   

¿Cómo los ha afectado la guerra entre el Eln y el Epl?

Nosotros sufrimos los primeros actos en enero cuando el Eln atacó directamente a una autoridad, el cacique Boxi, e hirieron a otro indígena. A raíz de eso el pueblo barí tomó sus propias acciones haciendo limpieza territorial, desalojó unos campamentos que había en el territorio. A raíz de todo eso ha habido más conflictos. En abril que empezó el paro armado del Epl nosotros emitimos un comunicado diciendo que no estábamos de acuerdo con esos procedimientos. El paro fue bastante complicado nos afectó. Nos preocupa que esta situación cada día se está agudizando más y la Fuerza Pública no ha tomado acciones en el territorio. También hay que ver que el Catatumbo es un territorio olvidado en todo sentido: en situación de orden público, en la parte económica, en desarrollo de los pueblos, no hay vías, ni educación.

¿Por qué sacaron a algunas personas de La Cooperativa?

Porque eso es una propiedad privada de nosotros. Había campesinos que llegaron de otros sectores después de la situación de conflicto que hubo desde el 99 hasta el 2006. Nosotros tenemos todos los papeles al día y en el 2010 le dijimos a los campesinos que desocuparan, pero seguramente pensaron que podían llevar las cosas. Estamos exigiendo lo que nos corresponde a nosotros. Tenemos la resolución 145 que 1967 que dice que se destine a los "indios salvajes". Cuando el pueblo barí empieza a exigir los territorios somos los peores. Hasta tenemos una demanda por eso.

Lea también: ¿Qué hay detrás de la guerra entre el Eln y el Epl en el Catatumbo?

¿Han registrado combates en sus territorios?

Hace un mes hubo combates en el resguardo. Nos preocupa porque hay unos campos minados donde hubo confrontaciones entre los dos actores. Eso nos limita nosotros ir a cazar, a pescar, a recoger las frutas silvestres y de eso dependemos como pueblo. Nosotros emitimos comunicados dando a conocer esas situaciones, pero a la fecha no hemos tenido ninguna respuesta de los gobiernos municipales ni departamentales sobre estas situaciones.

¿Dónde están los campos minados?

En la vereda Caño Azul, de Convención, en la comunidad Batroctrora. Aparte de eso también ha habido desplazamientos internos. Por ejemplo, en esa misma comunidad hubo desplazamientos internos y también lo ha habido campesinos que se desplazaron hacia las comunidades. Hay nueve familias que están en la comunidad de Batroctora. Ya van para un mes y eso nos preocupa porque hay un choque cultural. Uno siempre quiere mantener la cotidianidad. A los compesinos allí uno se los aguanta cinco días, pero ya llevan un tiempo largo. Sin embargo, hay que ser solidarios y uno entiende su situación.

¿Ha habido víctimas mortales del pueblo barí?

Hasta el momento no, solamente el incidente de enero con los caciques. Ha habido amenazas a líderes y a las autoridades por los actores armados.

¿Por qué se han dado las amenazas?

Por lo que hemos venido denunciando públicamente.

¿A usted lo han amenazado?

Sí. En territorio amenazan los miembros de los grupos. 

¿La juventud barí se está uniendo a esos grupos?

No. Hemos sido muy claros en ese tema. Si algún joven entra a un actor armado el pueblo barí va y los reclama a los campamentos. No queremos ser parte en un conflicto que no es de nuestra competencia. Si se quedan en los grupos, los desvinculamos de la comunidad.

El Eln ha señalado a algunos caciques del pueblo barí de colaborarle al Epl facilitando rutas para el narcotráfico ¿Qué responden?

Si dicen que estamos facilitándole rutas al narcotráfico tendrán que demostrarlo. Catatumbo está permeado del narcotráfico. Nosotros duramos como hasta el 2010 diciendo que no se aceptarían cultivos de coca en nuestro territorio, pero se nos hizo imposible. Hoy en día muchos de nuestros jóvenes están prestando esa mano de obra y eso nos preocupa. Le estamos diciendo al campesinado que aquel que esté entre el territorio tiene que someterse a nuestras normas: el que tenga más de tres hectáreas tiene que ir sustituyendo hasta las tres hectáreas y el que tenga menos de tres, tiene que llegar a cero.

¿Pueden asegurar que ninguna autoridad ha sido cooptada?

En el caso de nosotros ninguna autoridad ha sido cooptada. Esas acusaciones nos ponen más en riesgo. Yo sé que Eduardo Martínez (gestor de paz del Eln) hizo esos pronunciamientos, pero nosotros no tenemos nada que ver. Hay que partir de algo, en el territorio el que tiene las armas es el que manda. Nosotros hemos tenido choques con ellos. Cuando el Eln le disparó al cacique, todo el pueblo barí los sacó y eso implicó que Martínez después dijo que los barí somos narcotraficantes.

Ustedes han tenido muchos choques con las organizaciones campesinas ¿Cómo ha sido el proceso de sentarse con ellos en la Comisión por la Vida, la paz y la reconciliación del Catatumbo?

Hay diferentes modelos de desarrollo. Por ejemplo, para un campesino es tener su cacao, su ganado o lo que sea porque hay una razón económica. El pueblo barí siempre ha entendido que gran parte del territorio es sagrado, cuando llega un campesino empieza a tumbar y a ampliar el desarrollo agrícola. Eso es un choque cultural. En cuanto a la Comisión, entendemos que la vida es lo más importante, todos tenemos derecho a ella. Esa Comisión trata de que los actores respeten la vida de las personas en el Catatumbo. Necesitamos tranquilidad, no queremos que se sigan matando entre ellos.

¿Qué es el desarrollo para ustedes?

No es tanto el desarrollo económico, sino el desarrollo como pueblo, como comunidad. Llegar y sentirse como familia. Mucha gente cree que el desarrollo es llenarse los bolsillos de plata, para nosotros ese concepto de desarrollo no existe. Estamos hablando de desarrollo colectivo y de ayudarse mutuamente con el otro. Nuestro desarrollo es colectivo: si es para uno es para todos. 

Lea también: “Cuidado, mami, que yo tengo una bala ahí”, el dolor del Catatumbo

Por Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar