La protagonista de esta historia no es una niña, a diferencia de los otros relatos de Libros que cambian. Es una mujer que tiene tras de sí la sabiduría ancestral de su pueblo indígena y las enseñanzas que le ha dado la vida. Jairo Ojeda, intérprete, escritor y autor de este relato decidió poner a Jesusa como protagonista, porque a través de los cuentos infantiles y los libros de aventuras y ciencia ficción que encontró en la biblioteca móvil de Monterredondo, ella pudo encontrarse con esa niñez que el conflicto armado le arrebató.
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Su historia, como cuenta Jairo Ojeda, representa la de muchas niñas en este país, que, por la pobreza, el conflicto y la conformación tradicional de la familia, se ven obligadas a asumir las laboras domésticas de su hogar o a trabajar en otras casas como empleadas de servicio.
“Ya no soy una niña y nunca lo fui, ¿cómo se puede ser niña trabajando desde los diez años?, levantándose a las cuatro de la mañana a prender el fogón, pelar yucas y guineos, barrer todo el día. ¿Eso es ser niña? Si así es, entonces, siempre seré niña porque nunca lo fui, o nunca seré niña porque igual, nunca lo fui”, es uno de los apartados de este relato, que transmite en sus letras la conciencia por la vida de esta mujer indígena.
Como contó Jairo, “en esas regiones no se encuentran libros porque es difícil acceder a uno de ellos y la gente no aprendió a leer sencillamente, pero Jesusa tenía esa aptitud de entender un poco más, de ir más allá, y cuando encontraba un libro era encontrarse con un tesoro”.
Juan Pablo Gaviria, artista visual e ilustrador que ha trabajado para revistas como El Malpensante, Bakánica y Cromos, es el encargado de darle vida a Jesusa a través del dibujo.“Jesusa de cierta forma empieza en el relato a difuminarse con el paisaje. El Nevado del Ruíz, la forma cómo bajan las brisas en esta comunidad Nasa y cómo ella hace un paralelo entre su generación y las nuevas…Ese tipo de cosas me empezaron a dar luces sobre qué podía ser una paleta de color, o un rostro o un gesto que es lo que detonan los estímulos para hacer toda la imagen”, dijo Juan Pablo.