La encrucijada de Vicente Torrijos, quien será el nuevo director del CNMH

Vicente Torrijos es en la actualidad profesor de la Universidad del Rosario. / Luis Sierra

Después de descartar nombres, como el de Mario Javier Pacheco, el presidente Iván Duque parece haber tomado una decisión final y Vicente Torrijos Rivera será el nuevo director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Se trata de la entidad adscrita al Departamento de Prosperidad Social, encargada de la recuperación del material documental, testimonios orales o por cualquier otro medio, con ocasión de las violaciones ocurridas en el marco del conflicto armado. Está ligada, por lo tanto, a la reparación integral y al derecho a la verdad para las víctimas y toda la sociedad en su conjunto. La idea es que la información recogida sea puesta a disposición de los interesados, de investigadores y de la ciudadanía en general mediante actividades museísticas, pedagógicas y cuantas sean necesarias, con el fin de proporcionar y enriquecer el conocimiento de la historia política y social de Colombia.

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El nombre de Torrijos es el único que aparece publicado en la página de la Presidencia para el ocupar el cargo, y ya hay polémica. Porque si bien Torrijos goza de una amplia trayectoria profesional con una nutrida hoja de vida —siendo reconocido como académico, analista político y experto en asuntos estratégicos, conflictos violentos, política exterior y defensa—, también lo es que ha sido objeto de críticas por parte de quienes consideran que, por su cercanía con las Fuerzas Armadas, no ofrecería las garantías necesarias a las víctimas del conflicto, especialmente, a quienes han padecido los horrores de la guerra a manos de los uniformados. Y gran parte de esos cuestionamientos están relacionados con un informe que presentó como miembro de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas (CHCV), creada en desarrollo del proceso de paz entre el Gobierno Santos y la hoy desmovilizada guerrilla de las Farc en La Habana.

Contexto: Vicente Torrijos sería el nuevo director del Centro de Memoria Histórica

En una columna publicada en El Espectador, en noviembre de 2015, Gustavo Gallón, presidente de la Comisión Colombiana de Juristas, recuerda, por ejemplo, que para Torrijos el origen del conflicto armado se explicaría por la “ambición de poder del Partido Comunista, so pretexto de abolir la opresión de la población por una casta privilegiada, asociada al capital financiero norteamericano y global”. O que en su informe no hace referencia a los problemas sociales o de la tierra como posibles causas de la confrontación. “Esta decisión racional de apelar al uso de la fuerza para amparar en ideas políticas las prácticas atemorizantes, ha sido el verdadero origen del problema, por cuanto es así como las Farc y el Eln han logrado proyectarse, expandirse y consolidarse, de tal modo que no es posible identificar a una guerrilla originalmente bondadosa, comprometida con el sufrimiento de los sectores marginales de la población”, escribió.

De hecho, adjudica los desmanes cometidos por la Fuerza Pública en el marco del conflicto a “severos desórdenes mentales” de los uniformados que, en su concepto, acogieron mal la teoría del diplomático norteamericano George Kennan sobre la contención del comunismo, “cayendo así en la falacia de percibir como amenaza a todo aquel que profesase el marxismo”. En ese sentido, lo que sí reconoce es que “embargados” por tal paradoja atentaron contra colectivos políticos de izquierda, como la Unión Patriótica. “Difícil discutir así, sin referencia al despojo de tierras ni a las políticas estatales contrarias a los derechos humanos, pero es valioso conocer la visión sobre este tema de un asesor del Comando General de las Fuerzas Militares. Gracias, profesor Torrijos”, concluye la columna de Gallón.

Contexto: El informe de Vicente Torrijos para la CHCV

En una entrevista con el diario La Tercera, de Chile, señaló que en el proceso de paz con las Farc se le concedieron muchos privilegios a esa guerrilla y equiparó al Estado colombiano con un enfermo de sida: “(…) dejó penetrar al virus de las Farc en su torrente administrativo y, desde adentro, esa organización ha empezado a descomponer las defensas del sistema mediante cadenas de corrupción, violencia encubierta y tráfico de narcóticos”. Además, negó la existencia de la consecución de la paz con el pacto firmado y aseguró que la guerrilla ha continuado en la guerra, “solo que por otros medios”. En la misma pieza periodística, Torrijos agrega que está claro que la estructura de las Farc sigue operando, ahora como una agrupación política violenta.

Mientras tanto, en las redes sociales, las reacciones a favor y en contra, y de todos los calibres, no se han hecho esperar. “Sería un muy buen nombramiento el de Vicente Torrijos al frente de Memoria Histórica. Por fin habrá un relato centrado, objetivo”, trinó la periodista Salud Hernández. “Otro santista profariano, del combo javeriano del cura De Roux, ha sido ungido como director del CNMH. Él, que vetó una tesis para magíster en historia que contaba los crímenes de Farc”, escribió por su parte Ricardo Puentes, antropólogo y periodista cercano al uribismo. Y en los sectores de izquierda lo ven como alguien afín a los militares y admirador de Bolsonaro, el presidente brasileño, cuya misión al frente de la CNMH será “quitarle la responsabilidad en el ejercicio de la violencia a los Fuerzas Armadas”. Solo con su trabajo en pro de la memoria de la guerra podrá acallar las críticas de unos y otros.