En los llanos del Yarí, una zona entre el Meta y el Caquetá, se realizó la X Conferencia de las Farc, en septiembre de 2016. Esta fue la última y más importante reunión de la comandancia nacional de esta guerrilla, donde dieron el salto definitivo para dejar las armas.
En el Yarí, los comandantes de la guerrilla aprobaron los acuerdos de paz a los que se llegaron en La Habana (Cuba) las delegaciones de paz del Gobierno y las Farc.
En agosto ya se había firmado el cese bilateral del fuego entre el Gobierno y las Farc, por eso para el momento de la X Conferencia de las Farc las armas parecían más decoración de los campamentos que armas de confrontación.
El fusil AK47, de origen ruso, se convirtió en el símbolo de la guerrilla. Era el arma más presente en el campamento.
Desde el Yari la tropa empezó a vivir el desapego de las armas. Solo las cogían para limpiarlas y contemplarlas. En épocas de guerra no se separaban de ellas nunca. Dormían con sus fusiles y sus pietro beretta 9mm, como la de la imagen.
La M60 (oficialmente Ametralladora de los Estados Unidos, Calibre 7,62 mm, M60) es una ametralladora que también usó las Farc en tiempos de guerra y que en un principio se convirtió en un trofeo de guerra que conseguían tras los enfrentamientos con militares.
Muchos guerrilleros expresaron la nostalgia de dejar un arma que les salvó la vida, pero también la ilusión de no depender de ellas en el futuro.