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El decreto que les reconoce a los indígenas la gobernanza sobre la Amazonia

Juan Carlos Preciado, abogado de la fundación Gaia, acompañó la elaboración del decreto 632 del 2018, crucial para la Amazonia. Hablamos con él sobre la importancia de esa norma, sus efectos sobre las comunidades indígenas y el reconocimiento de la diversidad.

Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez
25 de mayo de 2018 - 10:21 p. m.
El abogado Juan Carlos Preciado lleva 24 años trabajando en temas amazónicos/ Cristian Amaya.
El abogado Juan Carlos Preciado lleva 24 años trabajando en temas amazónicos/ Cristian Amaya.

Un decreto firmado por el presidente Juan Manuel Santos, el pasado 10 de abril, pasó desapercibido para la gran mayoría del país. Sin embargo, para las comunidades indígenas que habitan la amazonía colombiana la norma es el producto de más de 14 años de trabajo.

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El decreto reconoce la autoridad de las organizaciones indígenas sobre más de 18 millones de hectáreas sobre las que no había autoridades locales. Desde el 2004 los aborígenes y algunas organizaciones de la sociedad civil empezaron a construir un documento para que el Estado les reconociera el derecho a gobernar sus territorios. Incluso, la gobernadora del departamento de Amazonas firmó una carta dirigida al gobierno Nacional para que impulsara la iniciativa.

Juan Carlos Preciado, asesor de la fundación Gaia, contabiliza 22 proyectos de ley que tocaban el tema de las entidades territoriales indígenas, que se cayeron en el Congreso. Tras vivir esas decepciones los pueblos indígenas le pidieron al presidente Santos que se sentaran a construir un decreto que reconociera el gobierno de los aborígenes sobre extensos territorios en los departamentos de Vaupés, Guainía y Amazonas.

Trabajaron de la mano indígenas, organizaciones de la sociedad civil y el Gobierno desde el 2013. Tras someter a consulta previa lo que se había logrado concertar con los líderes de las comunidades, en el 2017 las partes protocolizaron el texto del decreto. Esperaron hasta el 10 de abril del 2018 para que Santos estampara su firma en el decreto.

Preciado, que es abogado y lleva 24 años trabajando temas amazónicos, hizo parte de todo el proceso de construcción del decreto. Explica la importancia de la norma para el futuro de la Amazonia, los retos que genera y los riesgos que se ciernen alrededor.

¿Qué importancia tiene el decreto?

Establece el mecanismo para que los gobiernos indígenas puedan registrarse como figuras de Gobierno, ya no son simples asociaciones. A partir de eso el decreto fija el procedimiento para delimitar los territorios.Hoy en día en el Ministerio del Interior hay reconocidos 104 pueblos indígenas, en la Amazonía hay 64 pueblos indígenas y más o menos 47 idiomas distintos. En los territorios no municipalizados puede haber 50 pueblos indígenas y en estos territorios es donde hay mayor vigencia de los sistemas lingüisticos y culturales.

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¿El decreto solamente aplica para esos tres departamentos?

Sí. Son los únicos departamentos del país donde hay áreas no municipalizadas. Se acabaron las áreas no municipalizadas y no van a ser municipios, sino territorios indígenas. Al fin el país va a tener la posibilidad de construir entidades territoriales indígenas y aplicar dentro de su estructura del ordenamiento territorial político administrativo el principio de diversidad.

¿Qué es un territorio no municipalizado?

Toda parte del país debe tener una unidad local de gobierno y se supone que en todo el país había municipios. Pero cuando se aprobó la constitución del 91 había lugares que no eran departamentos sino intendencias y comisarías. La constitución del 91 los convirtió en departamentos. Dentro de esos departamentos había lugares que no se habían municipalizado: corregimientos intendenciales comisariales. El decreto que elevó a la categoría de departamentos a las intendencias y comisarías convirtió esos corregimientos en corregimientos departamentales, pero esa figura no existe en la Constitución. La Corte Constitucional en el año 2001 dice que esa figura no existe en la Constitución y que es inconstitucional. Allí hay un vacío. No hay municipio. Además, la vocación de algunos lugares no es ser municipio, sino territorio indígena bajo la figura de entidad territorial indígena.

¿Qué problemas generaba eso?

Que no había unidad de gobierno local. Los gobiernos locales son los que están más cerca del ciudadano, los que realizan el ejercicio de planeación del territorio. En la figura constitucional los gobiernos locales están encargados de la prestación de los servicios y de la interlocución directa. Ese vacío es importante porque cuando se van a desarrollar acciones de Estado en ese lugar, todo el tiempo actúa a través de otros, no de una estructura estatal. El Estado no existía, a pesar de que allí estaban los indígenas y sus formas de Gobierno.  

¿Cómo va a impactar el decreto en la vida diaria de las comunidades?

En muchos años los pueblos indígenas han construido propuestas y la falta de este reconocimiento llevaba a que la respuesta estatal no fuese clara, contundente, adecuada y oportuna. Ahora tenemos mejores posibilidades para que esa respuesta se dé.

Han dicho que Virgilio Barco le reconoció el territorio a los indígenas y Juan Manuel Santos reconoció el Gobierno ¿Qué quiere decir eso?

Cuando Barco llegó al Gobierno en 1986 sólo había un resguardo amazónico grande con un millón y medio de hectáreas. Ese año Martín Von Hildebrand le presentó el panorama de los pueblos amazónicos a Barco y le dijo que donde ellos vivían era reserva forestal y se consideraba baldío nacional, en cambio a sus propietarios legítimos no se les reconocía el derecho. Barco les reconoció el derecho a través de la conformación de los grandes resguardos amazónicos: Predio Puyumayo, del Gran Resguardo del Vaupés, de los resguardos de la zona de conexión entre Amazonas y Caquetá.

¿Cuántos millones de hectáreas tienen hoy los indígenas de la Amazonia?

Alrededor de 25 o 26 millones.

¿Los indígenas han demostrado capacidad para gobernarse?

Quienes han habitado y construido la Amazonia como la conocemos hoy son los indígenas. La parte conservada que tenemos de la Amazonía nos debe dar a nosotros la tranquilidad de estar hablando con los que saben cómo se gobierna ahí. Quienes han vivido allí y la han conservado son los indígenas. Cuando han llegado las formas no indígenas al territorio amazónico empieza la degradación y la deforestación. Donde los indígenas ejercen su gobierno es donde está conservada. Claro que saben hacerlo, son culturas milenarias, tienen el conocimiento para vivir en la Amazonia y permitirnos contar con un espacio ambientalmente muy conservado.

¿Qué implicaciones tiene el decreto para un país que está buscando construir la paz?

Tiene implicaciones fundamentales porque para alcanzar la paz necesitamos reconocernos. La Constitución dio un paso notable al reconocer que somos distintos y que nuestro ejercicio de convivencia, nuestra posibilidad de paz está en reconocer la diferencia y en poder hacer de la diferencia un potencial. Ese decreto tiene mucho que ver con esto. Nosotros tenemos un gran potencial, una fuerza vital enorme en nuestra diversidad cultural, en nuestra diversidad natural y ambiental. Ese decreto es un aporte fundamental a la paz en la medida en que da un paso para que los indígenas puedan ejercer un derecho fundamental que le apunta a la sostenibilidad y a la pervivencia de su integridad cultural, territorial y de su pervivencia física.

¿El decreto puede tener efectos en otros territorios indígenas del país?

Puede tenerlos porque todo lo que se aprende en un proceso distinto puede servir para ayudarnos a entender a todos los colombianos cómo podemos realmente construir el Estado diverso del que se habla en la Constitución.  

¿Qué falta en cuanto al reconocimiento de derechos de los pueblos indígenas?

A los colombianos nos falta construir un país diverso. La diversidad cultural es un propósito.

¿Qué quiere decir eso?

Se dice que este es un Estado intercultural, multicultural. Lo que tenemos que construir es unas relaciones respetuosas, un reconocimiento de la diferencia y que cada quien, de acuerdo a sus realidades culturales e históricas, pueda generar unas formas de organización sociales y políticas.

¿Hay riesgos de desperdiciar la oportunidad?

Se desperdiciaría si las entidades del Estado volvieran tan difícil la implementación del decreto a través de procedimientos que volviéramos a frustrar este trabajo.

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Por Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez

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