Ni guerra que nos asesine, ni paz que nos oprima

Escrito por: Erika Parrado y Daniela Torres

Hablar de paz en Colombia ha sido un tema relativamente común. Desde hace décadas se vienen gestando escenarios de diálogo y negociación entre los gobiernos y los distintos actores armados ilegales y generando condiciones óptimas para ello. No obstante, si bien pareciera que es un tema que nos compete a todos, que conocemos y que aparentemente es común, resulta ser desconocido para muchos, ignorado por otros y también desaprobado.

La construcción de paz en Colombia se ha gestado históricamente desde lo territorial, desde lo local y desde lo afectivo, se ha consolidado desde la generación de espacios de resistencias, de escucha, apoyo, acompañamiento y lucha. El conocimiento del “otro” o los saberes nacidos en esas apuestas organizativas, en esas luchas cotidianas y combativas cuyas armas son las palabras, la danza, la poesía, el freestyle, el hip-hop, los arrullos, alabaos, bullerengues o graffitis, ha sido emprendido por jóvenes, mujeres, hombres y niños. Son ellos quienes han hecho frente a esas violencias históricas como la pobreza, el no reconocimiento y la discriminación, y también a violencias derivadas del conflicto armado como el desplazamiento, el reclutamiento, el despojo y desarraigo.

Reconocer, visibilizar y aprender de estos saberes ancestrales, populares y comunitarios, es un reto que tenemos como país, y que tienen de manera particular las universidades y los centros de pensamiento. Son precisamente estos espacios los lugares de encuentro para poner en diálogo los saberes, las epistemologías de paz y la acción política. Este trío no sólo es un imperativo en la construcción de paz, sino una de las formas de contribuir a la deuda histórica que se ha tenido con los sectores subalternos, los de abajo, los marginalizados, los que la violencia, la guerra, la corrupción, la desigualdad, la mega minería, y el narcotráfico, han silenciado.

A propósito de esta reflexión surge el Seminario Paz 2018: Estudios de paz una mirada decolonial, que se realizó los días 26 y 27 de septiembre, como un lugar de encuentro, intercambio y construcción común de propuestas críticas que superen las visiones tradicionales y muchas veces liberales sobre la paz, a partir de la convergencia de intereses de dos instituciones como lo son el Cinep/PPP y la Pontificia Universidad Javeriana (Maestría en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos). Todo con la intención de posibilitar el diálogo entre las organizaciones sociales, los movimientos sociales y las experiencias de paz con muchos de los que actualmente hacen investigación para la paz. La pregunta que guió fue ¿cuáles son los enfoques y las metodologías que se utilizan hoy dentro de la investigación para la paz, y cuál es su incidencia? La intención de fue destacar la perspectiva decolonial como un posible foco de lectura, dentro de muchos otros, que se posiciona ética y políticamente desde las reivindicaciones del “Sur”, siendo uno de los espacios pioneros en el país con relación a estas reflexiones a propósito de la paz.

Este espacio fue un primer lugar de encuentro entre la academia, las organizaciones de la sociedad civil, movimientos y colectivos feministas y de comunidades étnicas para posibilitar un diálogo y aprendizaje mutuo, de cara a los retos coyunturales, y a su vez afrontando nuevas perspectivas teóricas y metodológicas que contribuyan a la reflexión y la construcción conjunta de la paz. En este sentido, la apuesta ha sido generar un espacio común de intercambio de conocimientos y saberes, desde perspectivas críticas para la investigación para la paz. Esperamos pronto poder contar con las memorias del mismo, como un insumo inicial para condensar las discusiones que se generaron en las diversas mesas temáticas, y a su vez se posicione como un elemento fundamental desde las perspectivas críticas para la construcción de la paz.