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Las mujeres que manejan las riendas del proceso de verificación en Antioquia

Ingrid Melgajero, de la Fuerza Aérea de Chile; Cristina Ibarra, de la Policía de Colombia; y Erika Montero, de las Farc, están al frente de la sede regional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación en Medellín. ¿Cómo han logrado trabajar en armonía para aportar en este proceso?

Wálter Arias / @walterariash
10 de marzo de 2017 - 11:28 p. m.
Erika Montero, de las Farc; Ingrid Melgajero, de la Fuerza Aérea de Chile; y Cristina Ibarra, de la Policía de Colombia, están al frente de la sede regional del MMV en Medellín. /Luis Benavides
Erika Montero, de las Farc; Ingrid Melgajero, de la Fuerza Aérea de Chile; y Cristina Ibarra, de la Policía de Colombia, están al frente de la sede regional del MMV en Medellín. /Luis Benavides

Ingrid Melgarejo, Érika Montero y Cristina Jaimes, además de trabajar juntas en el proceso de desmovilización y desarme de las Farc, tienen un gusto en común: el trabajo en temas de género. “Nosotras aquí hemos tenido una unión que quizás no se ha dado en otras partes (…) Fuimos pioneras en trabajar de manera tripartita como género”, dice Melgarejo. En concreto, estas tres mujeres se han empeñado en aprender y organizar seminarios y talleres  sobre derecho y equidad de género para luego replicar estos conocimientos en las zonas de concentración. 

Son ellas quienes preparan a integrantes de las Zonas Veredales de Transición y Normalización sobre cómo evitar que se revictimice a una persona. “Todo eso lo estamos aprendiendo y lo estamos reproduciendo en las zonas”, cuenta Montero. Estas tres mujeres están construyendo mesas de trabajo sobre temas de género en las cinco zonas de concentración con las que trabaja la sede regional del Mecánismo de Monitoreo y Verificación en Medellín.

¿Quiénes son? ¿Cómo llegaron allí? ¿Qué hacen?, conozca sus historias:

 

Capitán Ingrid Patricia Malgarejo Bahamondes

 

A sus 34 años, la capitán Ingrid Patricia Melgarejo Bahamondes está convencida de que en su vida no hubiera hecho algo distinto a ser militar. “Mi papá es suboficial mayor de la fuerza aérea y sin querer le fui tomando cariño a la institución. Es un tema en el que nací”, dice.

Al hacer parte de la Fuerza Aérea de Chile, donde está desde hace 15 años, participó en la selección de artilleros para hacer parte del componente internacional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV). Su especialidad era la indicada porque se buscaban personas con experiencia en trabajo de campo, más allá de los grandes poblados urbanos.

En la sede regional del MMV, en Medellín, Ingrid es la responsable de supervisar el proceso de dejación de armas en cinco Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN). “Voy a terreno a supervisar que esto se haga como corresponde: visito las zonas, hablo con la gente y me preocupo de llevar las inquietudes hacia arriba y también llevar las instrucciones de la sede nacional hacia las sedes locales”, explica.

La capitán Ingrid vino a Colombia por un año y por ahora sabe que estará hasta junio. “Para mí es una tremenda experiencia poder participar en esta misión. Para mí como persona y como militar es una oportunidad de aprender y de poder observar y aportar a la resolución del conflicto de este país”, dice.

Comandante de las Farc Erika Montero

 

Con 38 años en las Farc y con la experiencia que adquirió en el proceso de paz de La Habana, Erika Montero tiene  el suficiente bagaje para hacer parte del MMV. No cree que en esta decisión haya incidido su jerarquía de comandante ni haber sido integrante del Quinto Frente  de las Farc sino el trabajo que hizo en las subcomisiones técnica y de género durante el proceso de negociaciones.

En Cuba, Érika se curtió al trabajar en equipo con representantes del Gobierno. Incluso se acostumbró a la presencia permanente de periodistas y al disparo de cámaras fotográficas, algo completamente nuevo para ella. Por eso su llegada al MMV, en Medellín, fue natural. “Cuando llegué al tripartito ya había pasado la etapa de sentarse por primera vez ante militares. Ya eso lo había vivido en Cuba”.

Ahora cuenta que con los militares que comparte diariamente, con los de Colombia y con los del exterior, ha hecho un equipo muy interesante, un grupo que trabaja en armonía.

Su labor consiste en servir de enlace con los responsables de las ZVTN. Con ellos consulta, diariamente, cómo está el personal, si hay o no hay enfermos, cómo va el avance de los campamentos. “Yo soy el puente para hacer la socialización con el tripartito”, dice.

¿Qué hará después del proceso de desarme? “Me veo trabajando con diversas organizaciones, interpretando sus sentires, sus necesidades, apoyando, preparándome”, dice esta mujer de 55 años y oriunda de Santa Rosa de Osos.

Además, se ve con más tiempo para disfrutar de su papel de abuela de dos niños y una adolescente. Y quizás, aunque esto lo dice entre risas, para formalizar con una boda luego de un noviazgo de 38 años.

 

Capitán María Cristina Ibarra Jaimes 

 

La vida de María Cristina Ibarra Jaimes, capitán de la Policía Nacional, se divide en dos: en Dios y Patricia. En Dios representado en su familia y en la labor social que hace cada vez que viaja a Cúcuta, su ciudad natal, donde su madre tiene una fundación que trabaja con mujeres cabeza de hogar. Y en la Patria que representa su Policía, donde ha estado durante 14 años.

Tras una exitosa carrera, que la ha llevado a estar en Carabineros, en el Gaula, en cargos de comandancia en La Guajira (Maicao y Riohacha), y en el proceso de formación de 700 mujeres policías de tránsito en Bogotá, ahora, con 33 años, es jefe encargada de Unidad Para la Edificación de la Paz (Unipep), la ´policía de la paz’ que vigila las ZVTN.

Su misión es detectar de manera oportuna posibles amenazas que se presenten en estos lugares, comunicarlas en el MMV y generar las alertas del caso ante la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea.

Cristina habla con propiedad y se refiere a Erika e Ingrid como si fueran amigas de toda la vida. Sin embargo reconoce que al principio sintió prevención. “Mi primera experiencia de encontrarme cara a cara con integrantes de las Farc fue un poco fuerte. No lo voy a negar porque uno (…) muchas veces investigaba estructuras de las Farc”.

Cristina quisiera hacer parte de los grandes proyectos del postconflicto, cuando se necesitarán personas con alto perfiles académicos y profesionales, por ejemplo uno en el que pueda aportar sus conocimientos sobre el tema de género.

 

 

 

Por Wálter Arias / @walterariash

 

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