Colombia + 20
Haciendo País

La rebelión de las periodistas del Congo

Lecciones de Caddy Adzuba la periodista congolesa defensora de derechos humanos que visitó nuestro país para hablar del oficio y cómo se abren paso las mujeres de su país pese a la discriminación y violencia.

Sandra Valoyes *
20 de mayo de 2017 - 08:37 p. m.
La periodista congoleña Caddy Adzuba, estuvo hace unas semanas en Bogotá. / /Cortesía.
La periodista congoleña Caddy Adzuba, estuvo hace unas semanas en Bogotá. / /Cortesía.

Ser mujer en la República Democrática del Congo no es fácil. A ellas se les ha asignado el rol de estar en sus casas cuidando de hijos e hijas y pocas pueden estudiar, trabajar y menos aún hacer parte de la política o los medios de comunicación.

“Nosotras como mujeres no nos hemos quedado de brazos cruzados. A pesar de la exclusión a la que hemos sido sometidas, nos hemos reunido para reflexionar sobre qué aportes podemos hacer como mujeres a los procesos de paz, y por eso de ahí surgen muchas asociaciones, redes de mujeres para pensar la paz”.

La frase es de la periodista congoleña Caddy Adzuba, quien estuvo hace unas semanas en Bogotá, en el Seminario Internacional: Mujeres y Medios en procesos de paz, realizado por la Red Colombiana de Periodistas con visión de Género con motivo de la celebración por los 10 años de acción en el país.

Adzuba, quien es también abogada, preside la Asociación de Mujeres Periodistas de Sud Kivu y por su trabajo ha sido merecedora de una decena de reconocimientos, tal vez uno de los más importantes es el Premio Príncipe de Asturias. Adzuba conoce la guerra de cerca. A los 13 años, cuando llegaron los refugiados de la masacre de Ruanda, y cuando ella misma fue la refugiada de una guerra sangrienta que estalló en su país dos años después.

Razones de peso para vencer la apatía y entregarse a la defensa de los derechos humanos, en especial de las mujeres. En ese sentido, Adzuba ha demostrado por qué la participación de las mujeres en los procesos de paz es vital. Esto lo ha evidenciado, en gran medida, con su experiencia en la inclusión de ellas en los medios de comunicación como productoras de contenidos, como fuentes de información y como personas capaces de desarrollar temas relacionados con los derechos de las mujeres. Igualmente, ha sido testigo de la trasformación de mujeres víctimas a líderes capaces de generar cambios en la sociedad congoleña. 

“Creo que los medios de comunicación son un canal muy importante donde las mujeres se deben expresar. Estos deben dar mucha más visibilidad y espacio para la participación de las mujeres, en especial en Colombia en este momento de posconflicto. Las mujeres no pueden estar ausentes, pues sin mujeres no habrá paz, yo se los puedo asegurar” dice.

Y sí que lo sabe bien. Su país, República Democrática del Congo, ha vivido una intensa guerra por décadas, y como en Colombia las mujeres han llevado la peor parte. En el país africano la cifra oficial es de 500 mil víctimas, sin contar los casos imposibles de registrar por haber ocurrido en zonas apartadas donde las mujeres no pudieron acceder a una atención médica. Como si fuera poco, las mujeres han sido excluidas de los procesos de paz que se han llevado a cabo en este país africano.

Estas reflexiones llevaron a la constitución de la Asociación de Mujeres Periodistas de Sur Kivu, también llamada AFEM por sus siglas en francés (Association des Femmes des Médias du Sud Kivu), y a la generación de acciones y estrategias que permitieran la participación de las mujeres en escenarios como los medios de comunicación y particularmente la radio, considerado el medio con mayor penetración en este país. 

“Nos dimos cuenta de que en la cabeza de los grandes medios de comunicación estaban hombres, con lo cual supimos que todos los temas relacionados con la mujer nunca pasaban. Por eso parte de la estrategia fue inaugurar una radio que se llama Mama Radio. Esta es la primera y única radio temática y producida por mujeres que hay en República Democrática del Congo. Como parte de esta estrategia hemos hecho que las propias mujeres de la base participen y sean protagonistas. Una de las cosas que hemos hecho son clubes de oyentes y estos se forman en los pueblos donde todavía hay conflicto”.    

Por muchos años AFEM ha incidido al denunciar la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra, para que las autoridades de este país firmen, se comprometan y ratifiquen algunos de los tratados internacionales más destacados respecto a los derechos de las mujeres, e implementen en sus planes de acción resoluciones como la 1325 de las Naciones Unidas, aprobada en el año 2000 por el Consejo de Seguridad de este organismo y en la que se expresa la necesidad de la participación política de las mujeres y su integración en las negociaciones de paz.

“El principal rol de las asociaciones de mujeres periodistas es denunciar la violación de los derechos humanos y especialmente la violación de los derechos de las mujeres. Entonces durante el conflicto armado se ha ejercido mucha violencia sexual en contra de las mujeres, se ha utilizado el cuerpo de la mujer como un campo de batalla. Nuestro rol entre 2003 y 2006 fue única y exclusivamente denunciar la violencia sexual ejercida contra las mujeres en el periodo de guerra”, explicó la periodista y contó que dichas denuncias las ha expuesto ante organismos como la Corte Penal Internacional.

Sin embargo, AFEM también ha desarrollado otras acciones entre las que se incluyen la sensibilización a la población sobre las violencias ejercidas contra las mujeres y la formación en derechos de las mujeres. Así han creado estrategias de prevención y alerta temprana en casos de violencia como Mujeres al Teléfono o campañas como Nada sin las Mujeres para sensibilizar sobre los niveles de participación de las mujeres en un proceso de paz, en la que han involucrado más asociaciones de periodistas, el parlamento y mujeres políticas.

 “No es suficiente que hablemos en la radio, que hagamos programas de televisión o escribamos para la prensa, debemos ir más allá. Es por eso que nos hemos acercado también a las asociaciones de mujeres del país, sumando también a organizaciones de derechos humanos, más los políticos y diputados. Una vez que ya estábamos las periodistas y las defensoras de los derechos humanos, hemos ido a buscar a las mujeres políticas, hemos llegado al parlamento y con ellas se ha redactado una proposición de ley para efectivamente aumentar la participación de las mujeres”, cree con firmeza Adzuba.

Y aunque el compromiso de su país, en cabeza del presidente Joseph Kabila, es el de alcanzar la cuota del 30 por ciento de participación de las mujeres, aún está lejos (apenas se llega al por ciento). Las mujeres de los medios de comunicación de Sur Kivu al Este de la República Democrática del Congo siguen trabajando para que esto se cumpla.

 “La mujer no tenía derecho de hablar en público, ni de trabajar o estudiar, por tanto el papel de la mujer consistía en casarse, tener, hijos y quedarse en casa criando a los niños, simplemente eso, nada más. Por tanto convertirse en periodista en ese contexto es realmente difícil e impensable porque ser periodista significaba ser puta, rechazada por la sociedad. (...) Las mujeres que se dieron el lujo de ser periodistas tenían que trabajar diez veces más que los hombres”.

Un día ella y sus compañeras se rebelaron: “decidimos hacer huelga y no hacer más cafés, no lavábamos más las tazas, ni hacíamos programas de cocina” cuenta Adzuba que la situación se tornó tan insoportable que a la semana de haber iniciado su protesta lograron hablar con el director del medio, al final ellas le otorgaron la capacidad a sus compañeros varones para la realización de la limpieza del lugar de trabajo y se comprometieron a seguir haciendo el café siempre y cuando les proporcionaran en la radio tres minutos para hablar de la violencia sexual y lo lograron.

“Yo no estoy de acuerdo con aquellos que dicen: - bueno, ya no podemos hacer nada. Es nuestro papel cambiar las cosas. Todo comenzó a cambiar desde el momento en el que en la radio pudimos empezar a hablar de la violencia sexual, la mutilación genital, del uso del cuerpo de la mujer como arma de guerra”.

Hoy la República Democrática del Congo no solo cuenta con una radio cuya programación gira en torno a las necesidades, problemáticas y propuestas de las mujeres, sino con mujeres que a pesar de haber sufrido en sus cuerpos y en sus vidas las infamias de la guerra, se han integrado de nuevo a la sociedad y se han convertido en estandarte de la defensa de los derechos de las mujeres congoleñas ante el mundo.  

*Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género.

Por Sandra Valoyes *

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar