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Emprender en tiempos de paz

Esta es la historia de dos nacientes empresarios que están sacando adelante sus negocios a pesar de estar en zonas muy golpeadas por el conflicto armado.

Stefany Castaño Muñoz
10 de marzo de 2017 - 01:23 a. m.
Luisa Peña y Mauricio Vera, de Bioguaviare, junto a uno de sus posibles compradores. /Cortesía
Luisa Peña y Mauricio Vera, de Bioguaviare, junto a uno de sus posibles compradores. /Cortesía

Enfrentar a los paramilitares y a la guerrilla de las Farc y reunir a cultivadores de coca y hacerles entender que el futuro no estaba en el mundo ilícito sino en el cultivo del cacao son, ni más ni menos, los más importantes logros de Juan Gabriel Vargas. De estatura media, con la piel morena quemada por el sol, vestido de camisa, jeans y chaqueta de cuero, este naciente empresario se mueve como pez en el agua por la macrorrueda de negocio de Procolombia. Sin tener un MBA en una escuela de administración, es todo un experto del mercado, de las exportaciones, del dólar.

Vargas es el gerente de Chocolate Colombia, una empresa ubicada en los departamentos de Antioquia y Córdoba, en la región del Nudo de Paramillo. Lidera desde hace más de tres años la cosecha y comercialización de cacao de su empresa, a pesar de que en su región hay presencia de grupos armados ilegales. Chocolate Colombia se creó con el fin de agrupar a varios productores de cacao de la región y ayudarlos a comercializar su producto en el mercado nacional e internacional. Tiene una base de ocho asociaciones, que representan a 1.065 familias productoras de este fruto. Vargas informa, con cifras en mano, que la empresa ya comercializa 400 toneladas anuales y, haciendo memoria, que el año pasado lograron vender 75 toneladas a España.

Él, las familias y su cacao han logrado sobrevivir sin la adecuada infraestructura vial, pues transportan el alimento en mulas y canoas por los ríos Cauca y San Jorge. Hace tres años, cuando dio inicio al proyecto, tuvo temor por las represalias de los grupos armados. Sin embargo, siguió adelante con el proceso de concientización para que las comunidades dejaran a un lado los cultivos ilícitos y se dedicaran de lleno a la cosecha de cacao. Y lo logró.

Como él, otros 1.350 empresarios colombianos que han logrado salir adelante en zonas de conflicto atendieron a 679 compradores internacionales que llegaron a Bogotá provenientes de 23 países, incluso desde Asia. El encuentro fue casi único, pues se dio en el marco de la versión número 65 del evento comercial auspiciado por Procolombia, entidad adscrita al Ministerio de Comercio, y que logró concentrar en un solo lugar a productores de 20 departamentos. Este año, en paralelo al proceso de paz, muchos agroproductores llegaron de Putumayo, Cauca y Guaviare, las zonas que han sido fuertemente afectadas por el conflicto.

El evento forma parte de la estrategia del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para convertir al país en la despensa mundial y contó también con la participación de emprendedores como los dueños de Bioguaviare, quienes cosechan sus productos emblemáticos en zonas azotadas por el conflicto armado: la pulpa de acaí y el aceite de moriche.

La empresa ubicada en el departamento del Guaviare, en el municipio de San José del Guaviare, un lugar estratégico para la industria de insumos naturales, como lo describe su gerente general, Luisa Peña, elabora desde hace un poco más de cuatro años pulpas y aceites de frutas silvestres de la selva amazónica, con producciones cosechadas por organizaciones comunitarias de campesinos e indígenas de la región.

Peña está en la búsqueda de compradores internacionales y explicó que su empresa es el primer proyecto innovador en términos de desarrollo empresarial regional, pues cuenta con una alta participación social, ya que los locales son socios de la empresa Bioguaviare a través de una asociación llamada Asoprocegua, que aglomera 800 pequeños productores de pulpas y aceites de frutas que venden alrededor de 80 toneladas a nivel nacional. Durante el encuentro comercial, Bioguaviare tuvo citas de negocios con clientes de Vietnam y Tailandia, a donde espera exportar por primera vez. En palabras de su gerente comercial, Mauricio Vera, “Bioguaviare es una estrategia de conservación del bosque que integra a pequeños productores de la región como parte nuestro compromiso con el medioambiente”.

Se espera que la macrorrueda de negocios, que terminó este jueves, haya dejado negocios por más US$35 millones, convirtiendo a los agroalimentos en la cadena más exitosa en ventas durante el encuentro comercial. Pues también se presentaron emprendedores de la moda, metalmecánica y químicos. Así que, mientras los negocios se concretan, el objetivo del aguerrido Juan Gabriel Vargas con Chocolate Colombia y de Luisa Peña, junto con Mauricio Vera, de Bioguaviare, los de los frutos exóticos del Amazonas, es que las muestras de sus productos estén mañana en una mesa de Kuala Lumpur, de Singapur, de Tokio o de cualquier lugar del mundo que busque productos exóticos para llevarlos a los mejores comensales que se sientan a manteles. Algo así como lo que logró Juan Valdez en la época dorada del Café de Colombia. ¿Lo lograrán?

Por Stefany Castaño Muñoz

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